La gran historia de la pequeña Villaveta

Villaveta, localidad burgalesa perteneciente al municipio castellanoleonés de Castrojeriz. Actualmente, su población apenas supera la veintena, pero contiene una historia y patrimonio que la hace grande. Por ello, algunos investigadores se han interesado por esta pequeña localidad. Hoy, desde el Fondo Bibliográfico y Documental Manuel Campos dedicamos esta entrada a un libro recientemente publicado que recoge una de estas investigaciones:

González Rodríguez, M.E., (2018). Villaveta. El Infantado de Covarrubias, el Camino de Santiago y los Adelantados Mayores de Castilla, Burgos, España: Diputación Provincial de Burgos.

Encarnación González ha dividido su libro en cinco capítulos:

El primero de ellos recoge la historia de Villaveta. Los escasos estudios arqueológicos no han sido lo suficientemente exhaustivos para encontrar su origen más remoto. De esta manera, se justifica que la autora se centre en la historia de la villa a partir del siglo X pues, en el año 978, aparece por primera vez nombrada en la Carta de fundación del Infantado de Covarrubias. Desde entonces, se benefició, por su situación geográfica, de la cercanía al Camino de Santiago y, en 1408, llegó a convertirse en señorío.

El segundo y tercer capítulo quedan reservados a su impresionante Iglesia de la Inmaculada Concepción de la que la autora presenta su evolución histórica. La presencia de una iglesia de primera categoría y dotada de una riqueza patrimonial en un localidad tan pequeña se debe, según E. González, a la contribución de los Adelantados de Castilla.

             

Imágenes extraídas de González Rodríguez, M.E., (2018). Villaveta. El Infantado de Covarrubias, el Camino de Santiago y los Adelantados Mayores de Castilla, Burgos, España: Diputación Provincial de Burgos, pp. 117, 119, 131.

El cuarto capítulo presenta historietas de la vida cotidiana en Villaveta, dejando entrever el patrimonio inmaterial –como la jerga- y la identidad castellana: “¿Pero si ataisan las mulas? (…) ¿O si entorna el carro y casi volcamos? ¿O si se cruza un raposo?” (González Rodríguez, 2018: 229).

El quinto y último capítulo aborda la historia más reciente de Villaveta, años 1926-1935, en los que “empezó a coexistir la vida de siempre en los pueblos con la novedad aportada por la industrialización (…). Lo de antes y lo nuevo; lo decadente y lo emergente”, configurando así una nueva localidad (González Rodríguez, 2018: 257).